miércoles, 6 de abril de 2011

EL MUNDO DE ALICIA FRENTE A NUESTRO MUNDO

¡En qué mundo vivimos! Es como si todo estuviera “patas arriba”. Como dice Baltasar Gracián “todo va al revés en consecuencia de aquel desorden capital: la virtud es perseguida, el vicio aplaudido; la verdad muda, la mentira trilingüe; los sabios no tienen libros y los ignorantes librerías enteras; los libros están sin doctor y el doctor sin libros; la discreción del pobre es necedad y la necedad del poderoso es celebrada”. Es el mundo al revés, como lo imaginaba Alicia.

¡Qué vueltas da el mundo alrededor de lo mismo! ¡Qué ignorancia ante lo fundamental! Y no es que uno sepa algo que los demás ignoran. No. Solamente es la angustia que me provoca esta ignorancia, la impotencia de no poder roturar de manera auténtica mi propio camino. La impotencia de no poder salir de los caminos que nos vienen dados. Pero, ¡vaya prepotencia! ¡Que yo sepa lo que todo el mundo ignora! Bueno, en realidad no es, ni de lejos, así. Lo que aquí digo, lo hago desde el más genuino espíritu socrático, que ante el adversario más temible era capaz de poner de manifiesto la ignorancia de aquel y no la propia sabiduría –por mucho que demostrase sus habilidades dialécticas—.

Hoy nos sentimos excesivamente vueltos hacia nosotros mismos y no somos capaces de zambullirnos en la realidad que nos toca: no captamos la demanda del amigo que necesita ayuda, ya sea éste cercano o extraño; no somos capaces de apreciar el amor que nos dispensan; ni de responder al rostro que nos interpela; es la fantasía del sentirse único la que mueve este mundo sobre un eje que, paradójicamente, permanece fijo. Narcisismo, prepotencia, falso sentido de la felicidad o placeres que buscan convertir el mundo en cosas que se almacenan, como las conservas, son características de una sociedad que Heidegger ya describió con mucha nitidez.

…Como ya demostró Lewis Carroll podemos ver el mundo a través del espejo, invertido, y, de este modo, responder ante él con humor y fina ironía. Y Alicia nos enseñó algo muy importante: ella se miró en aquel espejo y nunca se vio a sí misma.

¡Eso es lo que nos falta!¡Desvelar el secreto de Alicia!

David Fernández